¡Qué goce triste este de hacer todas las cosas como ella las hacía! Se me torna celeste la mano, me contagio de otra poesía. Y las rosas de olor, que pongo como ella las ponía, exaltan su color; y los bellos cojines, que pongo como ella los ponía, florecen sus jardines; Y si pongo miSigue leyendo “La Rosa Azul”
Archivo del autor: Flor Ka
Claves de las Rimas
La poesía de Bécquer ha sido leída, desde sus contemporáneos a los nuestros, como la simple expresión de un sentimiento, unas veces de dolor, otras de desengaño, a veces de un fugaz optimismo y de plena amargura. Esta forma de entenderla es pura ilusión. Todas y cada una de las Rimas responden a una poética*Sigue leyendo “Claves de las Rimas”
El rosario
La habanera era número obligado de todas las serenatas callejeras de aquellos días, y la mujer, personaje muy principal en cuantas fiestas o manifestaciones republicanas se celebraban en la ciudad.Recuerdo la música de aquel baile, todo lo bien que permite mi desastroso oído. La letra, de una deliciosa coherencia, decía así: Republicana del alma mía:tú,Sigue leyendo “El rosario”
“El único hombre que no se equivoca es el que nunca hace nada”
Gracias por acompañarme en este viaje a través de la poesía. ¡Sigue leyendo!
Verte de Nuevo
Ya no me honras reclamando mi presencia, presencia legendaria de tu mente, perdida en el abismo simplemente la distancia pasa lista y siento no tener afán de reconquista. Vencida por la furia está mi calma posible es que mi vida esté vacía, donde hubo tu presencia hay una herida y siento no tener poder paraSigue leyendo “Verte de Nuevo”
Oscuros Secretos de mi Alma
Borrador
Soledad del Alma
SOLEDAD DEL ALMA La flor delicada, que apenas existe una aurora, tal vez largo tiempo al ambiente le deja su olor… Mas, ¡ay!, que del alma las flores, que un día atesora, muriendo marchitas no dejan perfume en redor. La luz esplendente del astro fecundo del día se apaga, y sus huellas aun forman hermosoSigue leyendo “Soledad del Alma”
Viruela
“Cayeron grandes y chicos/ con la terribl’epidemia/ más grande que la leucemia; murieron pobres y ricos./ Al hoyo, un tal Federico,/ al saco, Juan Pimentel/ y dos qu’ estaban con él;/ unos tales Pérez Caro/ que visitaron Lautaro,/ jamás pudieron volver.” Violeta Parra