De lo que ya sabemos y olvidamos

Manuel Altolaguirre es el poeta más joven de la Generación de las Vanguardias.

Cada autor del 27 supo construir una obra poética personal, con rasgos de estilo propios. No obstante, todos los poetas de este grupo heredaron una tradición literaria netamente española, representada -sobre todo- por Unamuno, Machado, Rubén Darío, Juan Ramón Jiménez y Bécquer.

De todos modos no se puede hablar de continuidad ni de evolución ya que se produjo una ruptura entre los maestros y los jóvenes poetas.

Una ruptura que tiene carácter histórico: La Primera Guerra Mundial.

Con toda una extensa secuela de consecuencias políticas, sociales y psicológicas, tanto en Europa como en España, aunque ésta no participara directamente en dicha contienda.

Las artes acusaron la experiencia traumática de la guerra, imponiéndose una turbadora sensación de (a su término) de que había nacido una nueva época, en la que las corrientes y las influencias debían ser también nuevas.

SERÁ EL MOMENTO DE LAS VANGUARDIAS… algunas de las cuales ya habían publicado sus primeros manifiestos teóricos antes del inicio de la Guerra Mundial: Futurismo (1909) o Cubismo (1913)

A ellas se sumarán otras cuya primera aparición pública es más tardía: Creaccionismo (1917), Dadaismo (1918), Ultraismo (1919) o Surreaalismo (1924).

Muchas de estas vanguardias morirían casi tan rápidamente como habían nacido. No obstante, casi todas despertaron el interés de los jóvenes poetas y algunas influyeron, con más o menos intensidad, en algunos componentes del grupo.

A Manuel Altolaguirre se le conoce sobre todo por su poesía. Pero también fundó revistas en España y en el extranjero, ejerció de impresor y editor, escribió guiones de cine e, incluso, dirigió una película. Después de la Guerra Civil se expatrió, primero a Cuba y luego a México. Murió en 1959 en España a causa de un accidente de coche en el que también falleció su esposa.


CALLE

Tu casa frente a la mía,

tu balcón frente del mío,

entre tu casa y mi casa

una página del frío.

Mi mirada cose el viento

estancado de la calle.

Tu aliento empaña el cristal

cuadrado de tu ventana.

Con mis ojos y tu aliento

encuadernamos la página

amarilla y fría del viento.

LO INVISIBLE  1926-1932

Generación del 27

MANUEL ALTOLAGUIRRE

LAS ISLAS INVITADAS

A MI MADRE

Era mi dolor tan alto,

que la puerta de la casa

de donde salí llorando

me llegaba a la cintura.

¡Qué pequeños resultaban

los hombres que iban conmigo!

Crecí como una alta llama

de tela blanca y cabellos.

Si derribaran mi frente

los toros bravos saldrían,

luto en desorden, dementes,

contra los cuerpos humanos.

Era mi dolor tan alto,

que miraba al otro mundo

por encima del ocaso.

ELEGÍAS 1926-1935

Generación del 27

MANUEL ALTOLAGUIRRE

LAS ISLAS INVITADAS

PLAYA

Las barcas de dos en dos,

como sandalias del viento

puestas a secar al sol.

Yo y mi sombra, ángulo recto.

Yo y mi sombra, libro abierto.

Sobre la arena tendido

como despojo del mar

se encuentra un niño dormido.

Yo y mi sombra, ángulo recto.

Yo y mi sombra, libro abierto.

                                                                                                       

Y más allá, pescadores

tirando de las maromas

amarillas y salobres.

Yo y mi sombra, ángulo recto.

Yo y mi sombra, libro abierto.

                                                                              

SOLEDADES 1927-1935

Generación del 27

MANUEL ALTOLAGUIRRE

LAS ISLAS INVITADAS

SOLEDAD SIN OLVIDO

¡Qué pena esta de hoy!

haberlo dicho

volcando por completo

lo que pesaba tanto,

y ver luego que todo

se queda siempre dentro,

que las palabras fueron

espejos engañosos,

cristales habitados

por fantasmas sin vida;

que todo queda dentro

con sus negras presencias,

insistentes, doliendo.

ELEGÍAS 1926-1935

Generación del 27

MANUEL ALTOLAGUIRRE

LAS ISLAS INVITADAS

DEDICATORIA DEL AUTOR

Imprimiéndose esta nueva edición en dramáticos días de lucha, la dedico con todo entusiasmo y gratitud a los heroicos defensores de la libertad y la democracia.

Pequeño tributo para quienes ofrecen a todo poeta fuente de inspiración y espejo de sacrificio.

Ojalá mi obra futura responda por completo a los nobles estímulos que la conducta del pueblo despierta.

FUENTE: Apuntes

Publicado por Flor Ka

El poeta es, por definición, póstumo. Comienza a vivir después de su muerte, y, cuando está vivo, camina con un pie en la tumba. Eso produce una especie de cojera que da a su aspecto cierto encanto. JEAN COCTEAU

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