¿Sabes la suerte de los que cantan
goces y penas del corazón?
Son hortelanos que un huerto plantan,
do jamás gustan fruto en sazón.
Son peregrinos que nunca encuentran
en su camino dicha ni paz,
y dondequiera que habitan o entran,
ven la injusticia de torva faz.
Viven buscando luz y consuelo,
viven ansiando grandeza y bien;
pero sòlo hallan en este suelo
duras espinas para su sien.
Nadie comprende los sinsabores,
que para ellos en todo están;
aunque regando de bellas flores
siempre un camino de abrojos van.
No los envidies, tú eres dichosa
sin ese triste, nulo poder
con que ellos cantan la dicha hermosa
que nunca llegan a poseer.
Juana Rosa de Amèzaga
Perú 1853-1904
Juana Rosa de Amézaga ya tenía conquistado el renombre como poetisa de astro vibrante cuando entregó a la prensa su libro Pensamientos y Máximas, donde resalta una labor filosófica y proficua en beneficio de la mujer peruana: sus ideales educacionistas están cristalizados con mano maestra.
Clorinda Matto de Turner


Las obreras del pensamiento en la América del Sur